Capítulo 100 Ruan Cheng no tiene esperanzas
Las palabras de Mu Chenjue eran pura burla, nada románticas. Ruan Cheng sintió que su corazón se aceleraba y su rostro se ruborizaba mientras seguía apoyada en la pared detrás de la puerta. Cerró los ojos poco a poco y tragó la saliva que segregaba de manera continua. Se sentía sin aliento.
Comenzó a reprocharse a sí misma en su cabeza: «Ruan Cheng, ¿por qué eres tan repugnante? No podía creer que estuviera imaginándose una escena tan ridícula con él. Ruan Cheng, ¡no tienes remedio! ¿Has olvidado tu relación con él? ¡Por favor, deja de soñar despierta!».
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