Capítulo 51 La demostración pública de afecto es un hábito

Catalina tuvo un sueño. Vio a Adrián salir corriendo de una gran hoguera con dos niños en brazos, frenético y asustado. Un chorro de fuego cayó sobre sus pantalones, pero lo ignoró mientras corría entre las llamas. Cuando salió de la tumba de fuego, estaba agotado hasta los huesos. Una vez que entregó a sus hijos a los médicos, el cansancio se apoderó de él y cayó inconsciente. —Adrián… ¡Adrián!