Capítulo 120 Ofrezco esto como intercambio
Después de comer, Catalina llevó a los dos pequeños a casa. Franco tenía una sesión de rodaje programada por la tarde, por lo que le rogó a Catalina que cuidara de Ana. La princesita se subió al coche entusiasmada y charló sin cesar durante todo el viaje.
—Tía Catalina, ¿es este el camino a tu casa? Me esforzaré por memorizarlo, ya que en el futuro iré allí a menudo. Ariel, estás bastante callado, pero no pasa nada, puedo charlar por los dos, ¡los chicos deben ser guapos y geniales! Ariel...
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