Capítulo 527 ¿Cuándo empezamos a hacer de perritos falderos para esta escoria?

—¿Una secta extranjera perdió una draconita, eh? —Jack ladró con enojo—. ¿Dónde has recibido semejante queja? ¡Dígame el nombre de esa secta! ¡Ridículo! Tienen el descaro de afirmar que perdieron una draconita en territorio de Draconia, ¿eh? Bueno, ¡podría decir que toda su secta está en mi patio trasero, ya que la «perdí» allí hace años! ¿Por qué no marchan los de la Oficina Central de Asuntos Exteriores y exigen que me devuelvan mi propiedad? ¿Se han convertido en perros falderos de estos idiotas? ¡Mírense! ¿Acaso parecen draconianos? ¡En 30 minutos, quiero que su director me dé una explicación satisfactoria! ¡Si no, mañana mismo haré que los cuatro comparezcan ante un tribunal militar! Cuatro meros coroneles atreviéndose a apuntar con armas a un general de las Fuerzas Especiales; ¿se dan cuenta de que eso es una sentencia de muerte? Los cuatro coroneles se enderezaron inmediatamente e intentaron explicarse, visiblemente conmocionados.