Capítulo 296 El Festival de Cine de Terenova

Robin, Brenda y Marrisa disfrutaron de una sencilla cena en el patio de comidas antes de dirigirse a la Ciudad de Cine de Terenova. Faltaban menos de veinte minutos para la ceremonia de apertura del festival. Aunque Brenda y Marrisa, recién peinadas y vestidas con lujosos trajes nuevos, se sintieron algo cohibidas al principio, su incomodidad se desvaneció al entrar en el magnífico escenario de la Ciudad del Cine. Poco a poco fueron despojándose de sus reservas mientras su confianza crecía. Robin, observando la alegría de Brenda y la excitación de Marrisa, sonrió satisfecho. «Hace siete años, esta bondadosa pareja de madre e hija me acogió, a pesar de que apenas tenían para comer», pensó. Durante dos años le trataron como de la familia sin rechistar, en las buenas y en las malas. Este vínculo, nacido de la pura buena voluntad y sin ataduras, era algo raro y precioso para Robin. Era el tipo de conexión más pura y hermosa, sin expectativas, sin quejas ni engaños.