Capítulo 395 Me niego a creer que no logré seducirlo
En el despacho de la Directora General del Grupo Silva, Vera relataba emocionada los dramáticos giros que habían tenido lugar en el banquete de la familia Wright aquella tarde. Sarah escuchaba, con los ojos muy abiertos por el asombro, dejando escapar jadeos de sorpresa a medida que Vera describía cada suceso.
Cuando Vera se animó, se quitó los tacones. Incluso se subió la falda larga y cruzó sus piernas delgadas y bonitas en el sofá.
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