Capítulo 400 ¡Por mí, podrías casarte con un cerdo!
Hank vio las miradas burlonas y los susurros dirigidos a Robin por parte de los miembros de la alta sociedad reunidos alrededor. Hizo una mueca condescendiente.
—Robin, ¿lo ves? Esto es la realidad —dijo con suficiencia—. Este mundo está dividido en círculos, y a la gente como tú le resultará difícil entrar en el círculo de los ricos. Hoy hay periodistas en todas partes. Y pronto, algunas de las familias más prestigiosas de Harmonfield estarán aquí para la ceremonia de compromiso de Alice. Si causas problemas aquí, la seguridad de la finca no te dejará salirte con la tuya —advirtió Hank, tratando de sonar magnánimo—. Por el bien de tu difunto abuelo, estoy dispuesto a dejar pasar esto. Sólo vete a casa, Robin.
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