Capítulo 277 Resolver con las reglas de los bajos fondos

Los gritos de Hayley resonaron en el silencio sepulcral del bar con un sonido excepcionalmente penetrante. Todos los ojos se clavaron en el espectáculo, conteniendo la respiración con incredulidad. Robin volvió a hacer volar a Hans con una bofetada: una humillación total para los Rogario. Douglas se quedó mudo, sin saber qué decir a continuación. La situación actual escapaba a su control. Sin embargo, los ojos de Cyrus brillaban de emoción. Su respeto por Robin se había transformado en algo más profundo. Como Hayley había dicho, era admiración. «Es una verdadera despreocupación ser un hombre que puede actuar sin tener en cuenta a los poderosos, vengándose de quienes le desagradan y disfrutando de la vida a su antojo, incluso cuando está sometido a una inmensa presión», pensó.