Capítulo 448 Robin, sálvame
Vera se sentía abrumada por la impotencia, su cuerpo se negaba a obedecer sus frenéticos intentos de escapar. Su fuerza se había agotado por completo, dejándola impotente. Apenas consciente, buscó su teléfono y consiguió meterlo en la manga de su abrigo, con la esperanza de que ocurriera algún milagro.
Sarah le arrancó el teléfono de las manos con una mueca.
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