Capítulo 510 Michelle Kendall de Brighton
Robin ayudó a Marrisa a ponerse en pie, comprobando cuidadosamente si tenía alguna herida. Ella movió las extremidades, dio un pequeño suspiro y le tranquilizó.
—No pasa nada, Robin. De verdad, no hace falta que montemos una escena. Estoy bien, no hay huesos rotos, sólo un rasguño. No hay de qué preocuparse.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread