Capítulo 88 Podría ser la animadora de un club nocturno

Rosalie observó la forma en que Amber se dirigía a Robin con sumo respeto. Era como si un subordinado se dirigiera a un superior. «¿Podría ser cierto que Robin fuera un ejecutivo de alto nivel en la empresa?». Pero aunque ocupara tal cargo, el estatus de Amber era significativo. No parecía haber ninguna razón para este nivel de deferencia, a menos que Robin fuera algo más dentro del grupo. Cuando este pensamiento cruzó por su mente, Rosalie se estremeció, demasiado asustada para profundizar. «De ser así, seguramente Robin la había ayudado. ¿Por qué alguien tan insignificante como ella recibiría semejante trato de su parte?». Su corazón se aceleró al recordar aquella mañana en la tienda de donuts en la que Robin había acudido en su ayuda, ofreciéndole su opinión tras echar un vistazo a su currículum. Cuanto más pensaba en ello, más convencida estaba de que sus sospechas eran ciertas. —¡Ese imbécil sigue aquí! —Piper siseó y miró a Robin desde la distancia—. ¡Ven, vamos a ver cómo está!