Capítulo 445 Vera, hoy voy a destruirte

En los breves momentos que Vera pasó hablando con Lincoln, enseguida percibió que había algo raro en él. Un hombre de 50 años debería tener un comportamiento tranquilo y sereno, pero Lincoln distaba mucho de serlo. Sus ojos carecían de la firmeza que cabría esperar y su sonrisa parecía forzada, casi nerviosa. Su instinto le decía que ese hombre no era de fiar. Quería levantarse e irse allí mismo, pero ya estaba sentada a la mesa y marcharse sin una buena razón llamaría la atención. Además, Sarah estaba allí con ella, así que no parecía demasiado problema. Vera se recordó en silencio que no debía beber.