Capítulo 330 Me entregó un tubo de bálsamo
Me sorprendió, pero se limitó a darme un beso en la mejilla. Lo miré incrédula, con los ojos desorbitados.
—Te dije mis intenciones y no dijiste que no, así que supuse que no tenías ninguna objeción —dijo Esteban con naturalidad. Enfadada, levanté la mano y se la lancé a la cara, pero me agarró con habilidad—. ¡Si te atreves a pegarme hoy, te lo haré en el ascensor! —Su voz ya no estaba impregnada de alegría, sino que era un poco fría.
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