Capítulo 212 Choque

—Meli, eres su hija. No importa lo escandalosamente equivocada que estés, para ellos, siempre serás su hija. Creo que te perdonarán pase lo que pase. El coche se detuvo en la entrada del hospital antes de que Luciano y yo entráramos ansiosos. Luciano encontró al médico que atendía a mi padre, que dijo que su estado había mejorado y que estaba descansando en la sala. Mientras tomara su medicina a tiempo y evitara cualquier fuente de angustia, estaría bien. Después de salir de la consulta del médico, Luciano y yo fuimos a la sala donde estaba mi padre. No me atreví a irrumpir así porque temía que mi padre se llevara un susto al verme. Así que dejé que Luciano entrara solo en la sala primero. Después de que Luciano entrara en la sala durante un rato, mi madre salió. Cuando me vio, sus lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. Corriendo hacia ella, la abracé y grité: