Capítulo 1260 No es una responsabilidad
El viejo sacerdote, temblando e inestable, logró levantarse del suelo. Caminó hacia el borde del tejado y miró hacia abajo, esperando ver un cadáver destrozado. Para su sorpresa, Alejandro seguía vivo.
Desde un punto de vista tan alto, Alejandro y Megan parecían dos motas negras luchando entre sí. Uno de ellos era particularmente pasivo. El viejo sacerdote estaba seguro de que el que recibía una paliza severa debía ser Alejandro.
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