Capítulo 248 Lucha contra el caimán con las manos desnudas

—¡Alex! ¡Sé que volverás con vida! ¡Sobrevivirás y volverás con nosotros sano y salvo! —gritó Carla hacia el lago. No estaba segura de que pudiera escucharla. Pero verlo desaparecer de su vista había sido demasiado desconcertante. Se decía a sí misma que todo estaría bien, pero no podía controlar sus lágrimas. Pronto, su par de hermosos ojos estaban hinchados y rojos. El tiempo pasaba y no había rastro de Alex. Finalmente perdió la cabeza.