Todos se alegraron cuando Ramiro se despertó; sus ojos estaban llenos de gratitud porque Alejandro había ayudado a Ramiro a recuperar la conciencia.
—¡Señor Gutiérrez! ¡Es usted un gran médico! ¡Gracias por salvar a mi abuelo! —Margarita se inclinó y le dio las gracias a Alejandro.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread