Después de recibir sus regalos, Catalina regresó a casa y les preparó una deliciosa comida.
Los tres niños comieron felices. Adrián no comió mucho. Pasó la mayor parte del tiempo mirando cariñosamente a Catalina. Catalina se ruborizó bajo su mirada.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread