Capítulo 497 La verdad está llegando
El pecho de Bernadette subía y bajaba con ira, su furia tan intensa que ni siquiera podía mirar a Felicia. Cuanto más pensaba en ello, más profunda ardía su rabia: toda esta situación había traído deshonra a la familia Zamudio.
Sin previo aviso, Felicia cayó de rodillas con un fuerte golpe. Las lágrimas brotaron en sus ojos mientras balbuceaba: "Mamá, fui tonta... Te decepcioné, decepcioné a la familia y, sobre todo, fallé a Julián." En el momento en que las palabras salieron de su boca, se cubrió la cara y rompió en sollozos.
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