Capítulo 184 Mi todo
Al salir de la ducha, el chico, con su pijama de seda gris claro, irradiaba el aura de un príncipe de pies a cabeza. Celia se quedó estupefacta durante unos segundos. Cuando miró más de cerca al hombre que estaba junto al chico y vio que el mismo aire regio emanaba con fuerza de él bajo las luces, no se sorprendió.
—¡Ve a ducharte, mamá, esta noche dormiremos en mi habitación! —le informó Jeremías.
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