Capítulo 288 Eliminar al imbécil

Caleb, que llevaba más de treinta años en el mundo de los negocios, tenía un sexto sentido excepcional, en ese instante una sensación de que esta vez no se trataba solo de buena suerte lo invadía, pensaba que tal vez, el Grupo Lorcano exigiría algo en el futuro, pero, por el momento, se había quitado un peso de encima y su corazón ya no le pesaba tanto. Celia volvió a casa y, tras darse un baño, se quedó dormida por completo, cuando se despertó, ya anochecía al otro lado de la ventana, se levantó, entró en el salón y encendió todas las luces, miró en dirección al balcón, pensando en la noche anterior en que Hugo estaba escondido bajo el balcón, y sintió un miedo persistente, si volviera a producirse una situación así, preferiría con toda sinceridad soportar una reprimenda de su padre antes que permitir que Hugo volviera a emprender acciones tan peligrosas.