Capítulo 241 Preocuparse por él
Al llegar al coche, Hugo condujo directamente a la ciudad. Jeremías no tardó en despertarse en el coche. Al ver a su padre, se le llenaron los ojos de lágrimas, pero las contuvo, mostrando más madurez que antes, pues no quería que su padre lo viera débil.
Celia lo observó con una mezcla de orgullo y ternura. A pesar de su corta edad, el niño ya había aprendido a leer las expresiones de los demás y a tener en cuenta los sentimientos de los adultos.
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