Capítulo 228 Su protección
Con una risa alegre, Leonor estaba a punto de volver la cabeza para seguir disfrutando del paisaje cuando, de repente, el hombre le agarró la nuca con una mano y le rodeó la cintura con la otra, plantándole un beso dominante en los labios.
Como el beso conllevaba una sensación de castigo, Leonor le permitió continuar, el toque de amargura en su corazón la dejó sin palabras.
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