Capítulo 156 Su madre
Balbino apretó con fuerza la taza de café mientras su mirada permanecía fija en Hugo. Era como si imaginara que Hugo era la taza de café que tenía en la mano, a la que quería estrangular en ese momento.
En el instante siguiente, el café salpicó la taza. Sólo entonces Balbino se dio cuenta de que había ejercido demasiada fuerza. Preocupado por si el café manchaba a Celia, se levantó deprisa, haciéndola retroceder dos pasos.
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