Capítulo 619 ¿Cómo podría un amante no saber?
Los cojines del sofá de ratán eran los mismos que Meredith había cosido minuciosamente a mano, y las luces de la cocina tenían el mismo interruptor anticuado. El único cambio en la casa era que la familia había pasado a utilizar bombillas de bajo consumo.
El pomo de la puerta giró y fue Eva quien regresó. El aire frío entró a borbotones cuando abrió la puerta. El invierno había llegado y la temperatura bajaba cada día. El viento era cortante, sobre todo por la noche.
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