Capítulo 329 No te cases con nadie

Por la noche, por mucho que Skylar sedujera a Tobías, este se negaba a ponerle un dedo encima. Poco a poco, ella empezó a ser más abierta al expresar sus deseos. La lujuria en sus ojos y la pasión desenfrenada en su corazón eran los sentimientos exactos de él. A la mañana siguiente, Skylar empezó a registrar su dormitorio. Cuando abrió su armario, vio una hilera de trajes blancos y negros. Era como había dicho Tobías: no había ni un solo rastro femenino en la casa. Como Tobías tenía el sueño ligero, le despertó el jaleo que estaba montando Skylar. Pronunció con voz grave: