Capítulo 538 —A escondidas
Cuando intentó llamarle de nuevo, lo único que le recibió fue una voz robótica. Idania se desplomó contra el sofá, mirando al techo con una sonrisa amarga y sarcástica.
Tobías no se preocupó por ella en absoluto, incluso después de que ella le dijera que estaba sola y sufriendo. No le importaba si moría o vivía.
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