Capítulo 21 Yo si voy por los detalles
Marié, Cólton, Franco y Aztor se fueron poco antes de las cinco de la mañana, en un taxi que Gabriel pidió para ellos. Después de mi respuesta, la desaparición de Rámses y mía por más de media hora (según calculé) y nuestra reaparición recién duchados, ocasionaron una retahíla de bromas, pero las recibimos sin molestarnos, dejando que las imaginaciones de Aztor y Cólton volaran todo lo alto que quisieran; total, solo tres personas sabían lo que había ocurrido en ese baño: Rámses y yo, y por supuesto Pacita, quien me acorraló en la primera oportunidad que tuvo para preguntarme como había pasado de subir molesta a esa tórrida escena.
Con el sol rompiendo la oscuridad de la noche, arrastramos los pies agotados hasta las habitaciones. Pacita entró con Gabriel en la suya y le guiñé un ojo a pesar del bostezo que ésta acababa de dar. Me acosté en la cama tal cual como estaba, sin ánimos ni fuerzas para quitarme ni una sola prenda y lo mismo hizo a mi lado Rámses, lanzándose boca abajo y aprisionándome un abrazo. La cama estaba tibia y muy suave, por lo que fue fácil caer en un sueño profundo y placentero. Ni siquiera me dio tiempo de repasar los acontecimientos del día cuando perdí la conciencia.
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