Capítulo 396 En blanco y negro
El sótano estaba frío, silencioso y apenas iluminado por una luz tenue que colgaba del techo como un péndulo estático. Las paredes gruesas de concreto aislaban por completo los sonidos del exterior. Nadie hablaba. Solo se escuchaba el zumbido lejano del generador eléctrico y las respiraciones contenidas de quienes se resguardaban allí.
Daniela se sentó en una de las bancas metálicas, todavía con el celular apretado entre los dedos. Nana Pilar y Flora se mantenían cerca, ambas alerta, mientras el equipo Centinela confirmaba los puntos de seguridad desde sus dispositivos.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread