Capítulo 157 La tarjeta

Cuando la recepcionista se apartó, Paola suspiró muy hondo y puso los ojos en blanco. Volteó hacia las lámparas que colgaban del techo. «Esto será mucho más difícil de lo que pensé. Al ser una figura tan importante, debe de tener varios filtros de seguridad para acercarse a él. ¿Cómo lo habrá conocido Daniela? No son del mismo círculo social. No creo que frecuenten los mismos lugares. ¡Vaya que tuvo suerte!», pensó. Y hablando de suerte, Paola caminó unos pasos hacia la fuente, mientras planeaba cómo conseguir la información. La fuente era tan grande que incluso tenía algunas carpas de color naranja en su interior. Una de las mucamas se acercó a la fuente y comenzó a alimentar a los peces.