Capítulo 233 Reflexiones

El sol brillaba con fuerza en ese cálido mediodía de la Ciudad de México. A pesar de que los días anteriores habían sido nublados, esa jornada decidió ofrecer su máximo esplendor, bañando las calles de un resplandor dorado que parecía enmarcar la arquitectura colonial del Centro Histórico. Los turistas ya se habían dispersado y las calles, que poco antes parecían abarrotadas, ahora mostraban una tranquilidad momentánea. Tras salir del museo, sintieron que el calor era sofocante, y a medida que avanzaban, Daniela comenzó a sentir la pesadez en sus pasos. Aunque la visita había sido enriquecedora, el recorrido por las salas del museo había requerido una atención constante, y la combinación de cansancio físico y el sol abrasador hizo que el ambiente pareciera aún más denso. —Chicas, creo que hoy mi cuerpo no da más —dijo Daniela, sacudiendo su cabeza mientras transitaban la ciudad.