Capítulo 232 Exposición artística

Tras su desayuno en El Cardenal, donde el bullicio del centro parecía haber quedado atrás por un momento, decidieron pasar la tarde en uno de los museos más prestigiosos del Centro Histórico: el Museo Nacional de Arte, conocido por sus colecciones de arte colonial y piezas contemporáneas que atraían a turistas y amantes del arte de todo el mundo. El edificio, de majestuosa arquitectura colonial, parecía un portal al pasado, con sus paredes de piedra y sus puertas de madera labrada, que respiraban historia por cada rincón. Al atravesar el umbral de la entrada, el ambiente cambió. El aire acondicionado proporcionaba un alivio ante el calor del exterior, y el silencio del lugar, interrumpido solo por los pasos suaves de los visitantes, ofrecía una sensación de serenidad. La atmósfera era tan tranquila que, por un momento, Marco sintió que podía dejar atrás todas sus tensiones.