Capítulo 229 Un sueño profundo

La cálida luz de la lámpara de noche iluminaba suave la habitación, creando un ambiente tranquilo y acogedor. Después de una jornada llena de emociones, risas y buenos momentos, Marco estaba en la cama, observando a Daniela, quien ya se había acomodado para dormir. Él no quería que sus propios problemas o pensamientos oscuros la perturbaran, sobre todo después de un día tan feliz en el que ella había estado rodeada de sus amigas, disfrutando de la alegría que tanto merecía. Aunque el día había sido perfecto, Marco no podía evitar la tensión que lo mantenía alerta. Había demasiadas cosas en su cabeza: Julieta, su madre, la fundación, las constantes presiones externas, pero esa noche, decidió que no dejaría que esas preocupaciones le arrebataran la paz. Sabía que su mayor prioridad era Daniela, y lo que más deseaba en ese momento era verla feliz, despreocupada.