Capítulo 20 Una petición extraña
—Chico, eres un tipo reservado, ¿verdad? ¿Qué pretendes aquí? ¿Vas a defender a estas dos chicas? Piénsalo bien. Si decido golpearte, ¡puede que ni siquiera resistas un solo puñetazo! —Enzo encendió un cigarro y aspiró con fuerza. Su expresión era cruel y burlona, ignorando por completo a Norton.
Norton se acomodó frente a él y, con tono indiferente, dijo: —Quizá quieras ponerme la mano encima, pero yo no tengo el menor deseo de hacer lo mismo contigo. ¡Eres demasiado débil y sucio! ¿Sería mucho pedir que te arrodillaras y les pidieras perdón a estas dos damas antes de castigarte destruyendo tu hombría?
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