Capítulo 102 Squirt

Dios, ¿cómo llegué al punto de ser desechable para todos los que me rodeaban? Mi marido ignoraba mi existencia y se acostaba con otras mujeres como si estuviera soltero. Petrus organizó un encuentro sorpresa, que ni siquiera vino de él sino de mi hermano, que seguro que sintió pena por mí y pensó que necesitaba que alguien me "comiera" para animarme un poco. Y Dom... Esa fue la parte que más me dolió... Yo sólo era su trabajo, o mejor dicho, el favor que le hacía a mi hermano de pasear conmigo calle arriba y calle abajo para hacerme sentir importante. Y en su tiempo libre... Disfrutaba de la vida y se divertía, por fin liberado de la pobre princesa que quería ser útil de alguna manera. - I... No quise decirlo como tú lo entendiste, Emilia... - Dom intentó explicarse.