Capítulo 75 Salvando a su hija
-¿Nebraska?- Hades no podía creer que su esposa estuviera allí- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo nos encontraste?- estaba aturdido. Ellos habían tardado horas en encontrar el ligar donde estaba Priscila encerrada y ella había llegado… tan fácilmente.
La loba lo miró por encima del hombro. Sus ojos violáceos tenían todo menos ese color. Estaban completamente dorados y ausentes de iris. Y por el ceño buen fruncido, ambos alfas supieron que la loba no estaba molesta, lo que le seguía.
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