Capítulo 117 Búsqueda

Paola despertó ese día sintiéndose un poco más tranquila. El paisaje que tenía frente a ella era maravilloso. Un precioso bosque frondoso, un cielo azul despejado y un delicioso aire fresco fue lo primero que vio al despertar. La cabaña en Puerto Olmos era bastante grande y lujosa. Contaba con tres habitaciones, tres baños completos y un medio baño, las habitaciones se encontraban en la planta alta, y la recámara principal tenía un precioso balcón en el cual se podía apreciar el hermoso paisaje. En planta baja se encontraba una gran cocina, con electrodomésticos de alta tecnología, una gran sala con cómodos sofás y un comedor para 6 personas. Todo estaba impecable y en orden. No cabía duda de que Don Hermenegildo cuidaba con gran esmero el lugar.