Capítulo 340 Huele de noche

Daniela se encontraba un tanto ansiosa. Ya había pasado un tiempo desde la última vez que supo algo de Marco, y la noche estaba por caer. Terminó su último trazo en la computadora y decidió que era suficiente por ese día. Con un suspiro, apagó la pantalla y se frotó las sienes, tratando de despejar su mente de la incertidumbre que la carcomía. Necesitaba distraerse, así que optó por salir a caminar un poco al jardín. Con la ayuda de Flora, bajó las escaleras con cuidado. Su embarazo avanzado hacía que cada esfuerzo fuera un reto, pero la calidez de la tarde la invitaba a tomar aire fresco. Al salir al jardín, lo miró con una nueva perspectiva: parecía más hermoso que nunca, con la brisa nocturna acariciando las flores y la luz tenue del atardecer envolviéndolo todo en un resplandor dorado.