Capítulo 184 Habladurías

Era un hermoso y soleado día en la ciudad de México. Carmen y Constanza se encontraban en el jardín de esta última, tomando café y tomando un delicioso desayuno. Por los recientes eventos, habían decidido reunirse ese día para platicar sobre la situación de sus hijos. Ambas ansiaban que se quedaran juntos, ya que, para ellas, no había mejor opción para el negocio como para las familias, que el que sus hijos se comprometieran. Las dos señoras llevaban años de conocerse y de ser amigas íntimas. Era bien conocido que en el mundo donde ambas se manejaban, las relaciones se forjaban mediante los intereses de las familias poderosas, por lo que, nada más conocerse, comenzaron a relacionarse, pues ambas sabían que era lo más conveniente; sin embargo, al irse conociendo, también se fueron tomando aprecio. Eran pocas las personas con las que podían tener una conversación «sincera».