Capítulo 33 No hay nadie en quien confiar
No solo estaba agotada de forma física, sino que Ellis también estaba agotada de forma mental. No tenía energía para discutir con su madre adoptiva, así que tan solo se dio la vuelta y se alejó, ansiosa por salir de esta casa en donde tanto la humillaron. Emma arrugó la frente mientras la veía irse.
—Es muy tarde. ¿A dónde vas?
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