Capítulo 57 No tienes derecho a controlarme
Desde la distancia, más allá de las primeras palabras de Casey, Easton pudo escuchar el resto de su conversación. Ellis mencionó llamar a la policía y a la comisaría, pero no se lo tomó en serio. Lo que sí le llamó la atención fue cómo Ellis se paró detrás del adolescente como si buscara protección, con la mayor parte de su cuerpo protegido por él.
Ella ladeó un poco la cabeza para asomarse por detrás, como si Easton fuera una especie de villano imperdonable del que tenía que mantenerse alejada, mientras que el adolescente era su único protector. Sus cejas se fruncieron con profundidad al verlo.
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