Capítulo 140 Las cosas que dejó atrás

Como Amelia era una colega a la que veía todos los días y con la que tendría que trabajar durante mucho tiempo, Ellis no ignoró su pregunta. Pero tampoco se molestó en responder de forma directa. En su lugar, se limitó a enviarle unos cuantos emojis al azar como desaire. De repente, su teléfono perdió su atractivo. Lo volvió a meter en el bolso y, distraída, se quedó mirando por la ventana, viendo pasar la ciudad. Al mismo tiempo, en la residencia de los Hudson… Riley registró todo una y otra vez, pero por muchas veces que lo revisara, la pulsera de cuentas no aparecía por ningún lado. Frustrado y sudoroso, se dirigió al personal de la casa.