Capítulo 185 Priscilla está muerta
La diadema dorada, los delicados pasadores de oro, las perlas lustrosas, los pendientes de rubí engastados en oro y el collar de coral y perlas, todos ellos brillaban a la luz, una colección de tesoros que podían cegar a una persona con su belleza. Los ojos de Priscilla y Vance se volvieron rojos de codicia. Se lanzaron hacia adelante, desesperados por agarrar lo que pudieran.
Matilda rápidamente pasó sus brazos sobre la pila de joyas, tirando de todo delante de ella mientras caía al suelo, aferrando los preciosos tesoros a su pecho. Algunas perlas rodaron lejos, pero los ojos agudos de Vance captaron una y la arrebató al instante.
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