Capítulo 184 El dote robado
La boca de Prudence espumaba sangre mientras su respiración se volvía entrecortada e irregular. El mundo giraba a su alrededor, su visión se oscurecía y se desmayó. Pero Vance y Priscilla no se preocuparon. Continuaron rebuscando en la habitación, sin importarles su condición.
Buscaban por todas partes, pero no encontraban nada. Entonces, a Priscilla le vino un pensamiento repentino. Recordó cómo Prudence siempre iba sola al almacén. ¿Podría ser que la anciana hubiera escondido las joyas allí? Era el lugar perfecto, nadie pensaría en buscar allí.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread