Capítulo 190 La tragedia se cierne sobre la familia Martínez

Cuando crecía en Bellavista, Jonathan siempre destacaba. Mientras que los niños más pequeños solían ser acosados por los mayores, Jonathan nunca se echaba atrás, a pesar de que era más pequeño y no podía igualarles en fuerza. Incluso con lágrimas en los ojos, seguía avanzando, decidido a mantenerse firme a pesar de ser derribado repetidamente. Con el tiempo, su persistencia le ganó una reputación: nadie se atrevía a meterse con él. En la escuela primaria, las habilidades académicas de Jonathan ya superaban a las de sus compañeros, lo que le convirtió en uno de los favoritos de los profesores. Aunque no era ni alto ni convencionalmente guapo durante la secundaria y el bachillerato, era un prodigio, sobresaliendo en todas las asignaturas.