Capítulo 110 Jonathan el despiadado

—¿Quién es este señor Linares? —la mirada de Pablo recorrió la multitud, posándose finalmente en Jonathan, que permanecía sentado en su silla—. ¿Es usted el señor Linares? Asustados, los demás guardaron las distancias, salvo Jonathan, que permaneció tan tranquilo como siempre, lo que no era habitual. No había prestado atención a Jonathan, pero ahora, al observarlo más de cerca, se dio cuenta de la notable serenidad de Jonathan y supo que éste tenía la fuerza necesaria para respaldar su confianza.