Capítulo 400 - Delegación

Suspiro, cambiando mi peso a mi otro pie, girando mi rostro lejos de mi reflejo en el espejo. Estoy harta de mirarlo, incluso si este vestido que han creado para la ceremonia de apareamiento es increíble, todo en seda azul fluída bordada con plata, fluyendo unos diez pies detrás de mí en un elaborado tren. -Lo siento-, murmura Pippa, mirándome con dos alfileres entre los labios mientras trabaja diligentemente en el dobladillo del frente de mi vestido, ajustándolo a la longitud perfecta. Saca los alfileres de su boca y hace dos pliegues rápidamente. -Sé que has estado parada allí durante horas, Ariel, pero esto realmente es lo último.