Capítulo 38 - El secreto se revela

Rafe me mira con una pequeña mueca, sacando lentamente el sobre de la caja y moviéndose para guardarlo en su bolsillo trasero para más tarde, sin querer que yo lo vea. -¡No, léelo!- digo, agitando mis manos hacia él y esforzándome por ocultar mi decepción en lo más profundo de mi estómago. Porque, quiero decir, sé que si mamá supiera que estoy aquí, nunca me habría dejado afuera, probablemente me habría escrito la carta más larga de todas. No puedo sentirme herida por esto, y no quiero que él tenga que esperar.