Capítulo 328 - De mal humor

Los chicos me dejaron mi espacio durante mucho más tiempo de lo que pensé que lo harían, realmente por horas. Pasé mucho tiempo en el baño, dejando que mis pensamientos se calmaran antes de empezar a ordenarlos. Luego, cuando estuve lo suficientemente tranquila, abordé cada problema individualmente, pieza por pieza. Con el tiempo, cada pensamiento tomó un nuevo rumbo, se convirtió en un plan. Finalmente me levanté y me sequé con la toalla, envolviéndola cálidamente alrededor de mí. Pero aún así no me fui, me subí a la amplia encimera de mármol y puse mis pies en el lavabo, apoyando mi cabeza contra el espejo mientras seguía pensando en mis planes, tratando de ver las fallas en ellos, tratando de asegurarme de elegir la mejor ruta.