Capítulo 225 - Magia fría

Luca y yo volamos por los pasillos del castillo y tengo que reír un poco, porque hay algo divertido y emocionante en correr con la mano cálida de mi compañero. Luca, sintiéndolo también, me envía una sonrisa por encima del hombro mientras se mueve rápido, incluso cuando todavía puedo sentir su ansiedad al enfrentarse a mi padre de nuevo resonando en su corazón. Le envío un pequeño pulso de amor y apoyo cuando llegamos a la puerta donde aparentemente se llevará a cabo nuestra reunión y Luca, agradecido, aprieta mi mano. Nos detenemos y Luca levanta una mano para golpear en la madera cuando de repente se abre y, para mi sorpresa, una persona familiar sale.